domingo, 28 de agosto de 2011

Gilberto Concepción de Gracia

Nació en Vega Alta, Puerto Rico el 9 de Julio de 1909, hijo de Ceferino Concepción y Carmen de Gracia. Estudió los primeros grados en Vega Alta y terminó su vida escolar en la Escuela Superior Central de Santurce. Cursó estudios universitarios en la Universidad de Puerto Rico, de la que se graduó en 1932 tras obtener títulos de Bachiller en Administración de Negocios y de Bachiller en Derecho. Posteriormente realizó estudios post-graduados en la Universidad de George Washington, en Washington, D.C., Estados Unidos de América, en la que obtuvo grados de maestro en Derecho y de doctor en Derecho con especialidades en Derecho de Patentes y Derecho Administrativo. Se desempeñó en Estados Unidos, como periodista, abogado y profesor de literatura latinoamericana. Convencido del derecho y la imperiosa necesidad de Puerto Rico a su independencia y soberanía, fue, en sus primeros años militante del Partido Nacionalista de Puerto Rico, bajo la presidencia del doctor Pedro Albizu Campos. Más tarde, confrontado con las acusaciones del gobierno de los Estados Unidos contra el doctor Albizu Campos y el liderato del Partido Nacionalista, aceptó, a pesar de su juventud, la responsabilidad de la dirección de su defensa como abogado, ante el Tribunal de los Estados Unidos en Puerto Rico. Convictos los nacionalistas en un juicio cuya validez fue impugnada públicamente, Concepción de Gracia continuó en gestiones de apelación ante el Tribunal de Circuito de Boston. Para ello cerró su bufete en Puerto Rico y se trasladó a Estados Unidos para facilitar su actividad; allí se estableció, inicialmente, en la ciudad de Nueva York en compañía de su esposa puertorriqueña, Ada Suárez Díaz.


En Nueva York desplegó una intensa labor por los derechos de sus compatriotas que emigraban a Estados Unidos en busca de trabajo y mejores condiciones de vida y resultaban discriminados y en condiciones de extrema desigualdad y gran prejuicio. Su actividad, mezcla de labor social y política, respaldada por sus conocimientos en el campo de las leyes, se hizo más eficaz por su trabajo como periodista y posteriormente como editorialista del periódico hispano “La voz”. Por sus actividades llegó a trabar íntima relación con el congresista por Nueva York de origen italiano, Vito Marcantonio. Por varios años colaboraron juntos en la defensa de los puertorriqueños, los pobres, las minorías y los marginados en general, en la ciudad de Nueva York. Concepción de Gracia preparó discursos y proyectos para Marcantonio reproducirlos o presentarlos en el Congreso de los Estados Unidos, incluyendo un proyecto para reconocer la independencia de Puerto Rico. Juntos hicieron campaña en Nueva York, montaron tribuna pública, recorrieron calles y barrios y organizaron grupos políticos. Para esos años nació la hija mayor de Concepción de Gracia, Alma, ahijada de Marcantonio. Posteriormente la familia Concepción-Suárez se trasladó a Washington, D.C. donde Concepción trabajó en la Unión Panamericana, precursora de la Organización de Estados Americanos. En esa ciudad realizó sus estudios avanzados de Derecho, continuó su trabajo en beneficio de los puertorriqueños, trabajó incansablemente por la independencia de Puerto Rico, se inició en una nueva dimensión como profesor universitario de literatura hispanoamericana y nació su segundo hijo, Gilberto.

A su muerte, ocurrida en Santurce el 15 de marzo de 1968, Gilberto Concepción de Gracia, de 58 años de edad, tenía un único objetivo principal: dejar al pueblo de Puerto Rico el Partido Independentista Puertorriqueño inscrito, como instrumento para el logro de la independencia nacional de Puerto Rico, único camino, a su juicio, para lograr objetivos que redundarían en el bienestar y la felicidad de todos los puertorriqueños.

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